Una de las cosas que más me gusta hacer en clase de tutoría son dinámicas de grupo. Actualmente llevo un grupo de 5º de Ed. Primaria, y si bien es cierto que son buenos niños, no tienen demasiado espíritu de grupo. Son muchas las ocasiones en las que algunos de ellos se ríen de otros, se hacen burla e incluso no se ayudan mutuamente. Las dinámicas de aprendizaje cooperativo son excelentes para trabajar esto, pero siempre viene bien reforzarlos con alguna dinámica de este estilo.
Las sillas. Instrucciones para llevarla a cabo.
Para llevar a cabo esta dinámica, aconsejo llevarla a cabo en un lugar amplio o apartando las mesas a los extremos de modo que el aula se quede despejada.
Colocamos las sillas de los alumnos en dos filas y por parejas, de manera que queden pegadas mirándose una con otra. Pedimos a los alumnos que se suban a ellas de pie, cada uno ocupando una de ellas.
Objetivo.
Explicamos a nuestros alumnos el procedimiento del «juego»: nadie puede tocar el suelo hasta que el profesor termine su tarea. Una vez alguno de ellos pierda el equilibrio y caiga al suelo, todos pierden. Hay que remarcar muy bien que, o todos pierden, o todos ganan. Aquí no hay medias tintas.
Procedimiento.
El profesor debe ir quitando, una por una, las sillas de los alumnos. Al hacerlo, éstos no tendrán más opción que moverse a otras sillas donde ya se encuentran otros compañeros. El momento de la retirada de las sillas debe de ser pausado y tranquilo, ya que los alumnos deben tener tiempo para observar y decidir dónde moverse.
Conforme vayamos quitando más y más sillas, los alumnos tendrán cada vez más dificultades para no caerse. Tras varias experiencias, tengo que decir que lo ideal es llegar a quitar la mitad de las sillas que hay colocadas.
Reflexión de la actividad.
Una vez los alumnos ya han terminado la actividad, llega la hora de reflexionar sobre ello. Yo reúno a mis alumnos en un círculo y les hago preguntas para evaluar cómo se han desarrollado los eventos en los momentos más complicados de la dinámica.
- ¿Qué crees que intentaba hacer quitándoos las sillas?
- ¿Qué habéis aprendido?
- ¿Se ha caído alguien? ¿Por qué?
La conclusión final de la actividad a la que deberían llegar los alumnos es la siguiente:
«Al principio era muy sencillo colocarnos en otras sillas sin ayuda de nadie cuando quitabas las sillas, pero conforme se complicaba la dinámica, hemos necesitado la ayuda de nuestros compañeros. Si no teníamos ayuda, nos caíamos. Si nuestros compañeros nos ayudaban, era todo mucho más sencillo».
La idea es que comprendan que, la retirada de las sillas es una forma metafórica de representar los problemas diarios a los que nos podemos encontrar en nuestra vida. Si los enfrentamos solos, es muy probable que nos caigamos (que no seamos capaces de hacerles frente), pero si tenemos el apoyo de nuestros compañeros, podremos superar cualquier dificultad que se nos ponga por delante.